Es bien sabido que Lucho Bermúdez representó un papel decisivo en la popularización de la música costeña colombiana y en la redefinición de muchos de los referentes asociados con la identidad cultural nacional. No obstante, se sabe poco sobre los circuitos musicales que configuraron su propia personalidad artística. Aunque la música de Bermúdez es pocas veces pensada como ‘jazz’ en círculos académicos o comerciales, su estilo se desarrolló al interior de redes internacionales asociadas con el jazz y otras músicas afro-caribeñas. Al son de Tolú, Fiesta de negritos y otras piezas de su repertorio, esta conferencia ofrece un desafío a la narrativa que ve el jazz como una tradición exclusivamente norteamericana expandiéndose por el mundo. Al mismo tiempo, ofrece una oportunidad para explorar la forma en que a través de diversas transacciones estilísticas de carácter esencialmente transnacional, la música de Bermúdez terminó teniendo, sin embargo, un ‘sabor’ propio, asumido y percibido como inequívocamente local y colombiano.

Sergio Ospina Romero, Ph.D Profesor Asistente de Musicología en Jacobs School of Music de Indiana University. Sus investigaciones se concentran en la música popular de América Latina durante las primeras décadas del siglo XX, especialmente en relación con industrias de grabación sonora, tecnologías de reproducción mecánica, y el jazz. Es el autor de Dolor que canta. La vida y la música de Luis A. Calvo en la sociedad colombiana de comienzos del siglo XX (ICANH, 2017) y de varios artículos en revistas de Estados Unidos y América Latina. Ospina es el director y pianista de Palonegro, un ensamble de música latinoamericana en Ithaca, NY.