Uno de los museos brasileños más relevantes y populares, el Museo de la Lengua Portuguesa, valora la diversidad de la lengua celebrándola como un elemento fundamental y fundacional de la cultura que acerca a hablantes del idioma en todo el mundo.

El museo tuvo su apertura al público en 2006, escogiendo como sede la ciudad de San Pablo, que alberga la mayor población de habla portuguesa del mundo. La Estación de la Luz fue uno de los principales puntos de tránsito de los inmigrantes que llegaban al país y, hasta el día de hoy es un espacio dinámico de contacto y convivencia entre diversas culturas y clases sociales, acogiendo acentos de todas partes de Brasil.