Philip Miller es un compositor y productor musical sudafricano de música y sonido para cine, vídeo y actuaciones en directo. Ha trabajado con algunos de los cineastas más innovadores de Sudáfrica en los últimos años. También ha trabajado con una amplia gama de artistas y en particular, ha colaborado extensamente con el artista de renombre internacional William Kentridge componiendo las bandas sonoras de sus películas, que han sido exhibidas en todo el mundo, incluyendo el Museo de Arte Moderno y el Museo Guggenheim, en Nueva York, y la Serpentine Gallery y la Tate Modern en Londres.

En sus obras Miller usa el sonido y la música como un medio para explorar la memoria y estados de trauma de comunidades afectadas por hechos de violencia.