El Museo de la Independencia – Casa del Florero, es una entidad cultural del Ministerio de Cultura de Colombia, antes conocido como “Museo del 20 de julio”, construye participativamente con sus usuarios y comunidades una experiencia significativa en torno a los conceptos de independencia y ciudadanía, relacionadas con la búsqueda del bienestar y la confianza entre los colombianos.

El Museo cuenta con una importante colección (4.068 registros) de interés nacional que gira en torno a los acontecimientos del 20 de julio de 1810. De esta forma, sus piezas más significativas son testimonios de la sociedad bogotana de principios del siglo XIX, en donde se destacan bienes que pertenecieron a próceres de la Independencia (mobiliario, menaje, vestuario, etc.), cuadros y documentos históricos (libros y manuscritos). El Museo también cuenta con una amplia colección de elementos conmemorativos relacionados con diferentes momentos de la Independencia nacional.

A partir de su renovación en 2010, para conmemorar el Bicentenario de la Independencia de Colombia, el Museo entregó al público seis nuevas salas, cada una de ellas con herramientas interactivas que rompen con la idea de museo estático para proponer a los visitantes una comunicación directa no sólo con los sucesos que desataron la revuelta del 20 de julio de 1810, sino también con hechos actuales que han marcado la historia del país, tales como la Toma del Palacio de Justicia.

Este cambio fundamental, plantea reflexiones sobre conceptos como la autonomía, la libertad, las formas de gobierno y las dinámicas sociales, entre muchos otros. Por ende, el abordaje y alcance de estos temas no es exclusivamente el de una revisión del pasado, sino por el contrario una actividad que se debate sobre bases tanto de actualidad como de proyección futura sobre los elementos que nos han hecho independientes y autónomos tanto en nuestros entornos personales, familiares y educativos como en los que competen a la construcción de la nación. Todo esto, bajo premisas constructivistas (desde la educación) y en escenarios de participación ciudadanos que no solo sirvan para validar los resultados, sino como una forma de activación social y ciudadana.