Tema general:

Persecuciones y expropiaciones contemporáneas. Rupturas y continuidades.

Subtemas:

• Control y despojo estatal y del capital internacional
• Racismos y xenofobias
• Luchas colectivas y alternativas del mundo.

Uno de los fenómenos contemporáneos que está afectando a muchos territorios y poblaciones es el despojo y la expropiación de la tierra, del agua, de los minerales, de los saberes ancestrales a través de proyectos instalados por empresas transnacionales con capital de países del Norte en su mayoría, en complicidad con sectores de países del Sur, y con el aval de los gobiernos por medio de concesiones y reducción de impuestos para la inversión.

Esta es una de las maneras en que el capitalismo depredador continúa acumulando para unos pocos y destruyendo el tejido social de comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas, expropiándoles sus medios materiales de subsistencia y exterminando cosmovisiones milenarias. Esta es una de las formas en que se expresa el racismo estructural y el neocolonialismo, una continuidad que se inicia con la colonización europea al llamado “Tercer Mundo”, y que continúa hasta nuestros días de nuevas maneras.

Vemos además cómo en muchos lugares del mundo se consolida la derecha y la ultraderecha, articulados con los gobiernos, las iglesias y las corporaciones transnacionales, ejerciendo distintos tipos de violencia contra grupos que no tienen privilegios de raza, de clase, sexo y sexualidad.

Las guerras globales continúan generando cada vez más cantidad de refugiados y refugiadas, cerrando las fronteras a aquellos que huyen de la guerra o que buscan alternativas de vida en otros territorios.

Ante todo ello, las luchas colectivas no se detienen. En cada rincón del mundo movimientos sociales, colectivos y comunidades se enfrentan cada día a los efectos que producen estas políticas globales y locales, proponiendo otras alternativas de mundo que busquen un buen vivir, lejos de la explotación, del individualismo, del racismo, de la xenofobia, a pesar de que los gobiernos intentan a través de la militarización y la represión, asesinarles y desmovilizar sus luchas.