Alexander von Humboldt

Alexander von Humboldt

Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt

Durante mi permanencia en América jamás encontré descontento, pero sí observé que si no existía grande amor hacia España, por lo menos había conformidad con el régimen establecido. Más tarde, al comenzar la lucha, fue cuando comprendí que me habían ocultado la verdad y que en lugar de amor existían odios profundos o inveterados.

No es cierto que mi educación fue muy descuidada, puesto que mi madre y mis tutores hicieron cuanto era posible por que yo aprendiese: me buscaron maestros de primer orden en mi país. Robinson [Simón Rodríguez], que Vd. conoce, fue mi maestro de primeras letras y gramática; de bellas letras y geografía, nuestro famoso Bello; se puso una academia de matemáticas sólo para mí por el padre Andújar, que estimó mucho el barón de Humboldt… Todavía muy niño, quizá sin poder aprender, se me dieron lecciones de esgrima, de baile y de equitación.

Alexander von Humboldt

Cuando los bosques se destruyen, como han hecho los cultivadores europeos en toda América, con una precipitación imprudente, los manantiales se secan por completo o se vuelven menos abundantes. Los lechos de los ríos, que permaneces secos durante parte del año, se convierten en torrentes cada vez que caen fuertes lluvias en las cumbres. Las hierbas y el musgo desaparecen de las laderas de las montañas con la maleza, y entonces el agua de lluvia ya no encuentra ningún obstáculo en su camino: y en vez de aumentar poco a poco el nivel de los Ríos mediante filtraciones graduales, durante las lluvias abundantes forma surcos en las laderas, arrastra la tierra suelta y forma esas inundaciones repentinas que destruyen el país.

Cuando entramos en la posada, un hombre mayor, que antes había hablado con absoluta calma, recordó a los demás lo imprudente que era participar en discusiones políticas, ya fuera en las montañas o en la ciudad, en época de denuncias. Sus palabras, pronunciadas en ese rincón tan agreste, produjeron en mí una vivida impresión.

…la colonia es un país del que se dice que en él se puede vivir en libertad, porque ahí puede uno maltratar a los esclavos sin ser castigado e insultar a los blancos que son pobres. […] la idea de la colonia por sí misma es inmoral, la idea de que un país está obligado a pagar contribuciones a otro país; de un país en el que sólo se puede alcanzar una cierta nivel de riqueza, en el que el crecimiento de la industria y la ilustración está permitido sólo hasta cierto punto

El hombre puede actuar sobre la naturaleza y apoderarse de sus fuerzas para utilizarlas solo si comprende sus leyes.