Simón Bolívar

Quise mucho a mi mujer y su muerte me hizo jurar no volver a casarme; he cumplido mi palabra. Miren ustedes lo que son las cosas: si no hubiera enviudado, quizá mi vida hubiera sido otra; no sería el general Bolívar, ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser alcalde de San Mateo … Volví de Europa para Caracas el año de 1801 [1802] con mi esposa, y les aseguro que entonces mi cabeza sólo estaba llena de los vapores del más violento amor y no de ideas políticas, porque éstas no habían todavía tocado mi imaginación; muerta mi mujer y desolado yo con aquella pérdida precoz e inesperada, volví para España, y de Madrid pasé a Francia y después a Italia: ya entonces iba tomando algún interés en los negocios públicos, la política me interesaba, me ocupaba y seguía sus variados movimientos … Sin la muerte de mi mujer no hubiera hecho mí segundo viaje a Europa, y es de creer que en Caracas o San Mateo no me habrían nacido las ideas que me vinieron en mis viajes, y en América no hubiera logrado la experiencia ni hecho aquel estudio del mundo, de los hombres y de las cosas que tanto me ha servido en todo el curso de mi carrera política. La muerte de mi mujer me puso muy temprano en el camino de la política.

10 de mayo 1828
Bucaramanga