Esteban Palacios y Blanco
[Carta desde Cuzco, dirigida a su hermana María Antonia] Te mando una carta de mi madre Hipólita, para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida y no he conocido otro padre que ella. Al tío Esteban le mando una libranza de cinco mil pesos contra el tesoro público. Bastante me ha costado este paso; pero he debido darlo en beneficio de él. Hazle muchos cariños de mi parte. Dame siempre noticias políticas y de todo; porque lo que tú me dices es siempre lo más cierto.
Ayer supe que vivía Ud. [Esteban Palacios], y que vivía en nuestra querida patria. ¡Cuántos recuerdos se han aglomerado en un instante sobre mi mente! Mi madre, mi buena madre, tan parecida a Ud., resucita de la tumba, se ofreció a mi imagen; mi más tierna niñez, la confirmación, y mi padrino se reunieron en un punto para decirme que Ud. era mi segundo padre. Todos mis tíos, todos mis hermanos, mi abuelo, mis juegos infantiles, los regalos que Ud. me daba cuando era inocente, todo vino en tropel a excitar mis primeras emociones.
[Carlos Palacios a Esteban Palacios] ...Es necesario contenerlo [Simón Bolívar] como te he dicho, lo uno porque se enseñará a gastar sin regla ni economía y lo otro porque ni tiene tanto caudal como se imagina él … es necesario hablarle gordo o ponerlo en un colegio si no se porta con aquel juicio y aplicación que es debido. [...] de lo contrario se gastará la fortuna familiar y todos nos veremos afectados.